Deslizarse suavemente hacia el centro del adentro.
Escucharse en el silencio.
Sentir el aliento de Vida que susurra.
Encontrar la calma en el ritmo de los sonidos internos.
Recuperar la armonía que se aloja en la Presencia del Alma, para en ese espacio sagrado, purificar, disolver, integrar toda memoria engañosa y limitante, abriendo el espacio a nuestro Re-Nacer más puro, libre y genuino.
¡Bendiciendo un nuevo pasaje de la Vida en Munay!
Nuna Saya- 15/04/2022
