El Sagrado Femenino es una de las energías que nos componen, tanto a hombres como a mujeres. Nuestro cerebro humano está conformado por dos hemisferios, de los cuales el derecho representa la energía femenina y el izquierdo la masculina.
El hemisferio derecho facilita la creatividad humana, las dinámicas emocionales, el pensamiento holístico, el ser capaz de ver la imagen en conjunto, el reconocimiento de patrones, la compasión, la nutrición, los cuidados y la ética.
Es la Tierra quien evoca todas las características del Sagrado Femenino, por eso la llamamos Madre. El segundo chacra, en ambos sexos, es un portal de conciencia de la Madre Tierra y es gracias a la integración de las energías femenina y masculina, que podemos encarnar en esta vida. Sin embargo, Ella nos ha legado a las mujeres la capacidad de anidar en nuestro cuerpo la semilla de la creación. Somos un pilar de inspiración, dando fuerza a los demás para seguir su camino con alegría y coraje.
Es hora de que actúe el Sagrado Femenino, siendo conscientes de que somos adultos, responsables de cómo usamos la energía, mediante nuestros pensamientos, palabras y acciones. A través del disfrute, la alegría, el juego, el arte y los lenguajes del alma tenemos la posibilidad de liberar con amor los dolores propios y ancestrales. Y es que los ancestros siguen viviendo y evolucionando a través nuestro, y nosotros tenemos el poder de cerrar la puerta a los patrones y creencias que nos han limitado hasta el momento.
El enraizamiento del Sagrado Femenino a la Tierra hace que podamos ir dejando atrás la polaridad para abrazar nuestra esencia integrada. Desde ese lugar, podemos crear lo nuevo. El Sagrado Femenino es una semilla y yo soy quien puede cuidarla y hacerla crecer.
Thelmi
