Muriendo y gestándonos al mismo tiempo como nuevos individuos, permitiendo y abrazando los estados que oscilan entre emociones de tristeza, enojo, frustración, pero también alegría y satisfacción ante la gran claridad que se revela.
Transitando la aceptación de las pérdidas y desintegración de lo que ya no hace sentido, de todo lo ilusorio, de hábitos, de programaciones que nos ajustaron a un imperativo limitante de nuestro Ser, para soltar la vetusta piel de serpiente de una buena vez.
Transitamos un pasaje iniciático, en el que estamos invitados a celebrar nuestro coraje de despertar cada día, danzando entre las luces y sombras de un mundo que se derrumba, desnudos y vulnerables.
Asomamos a un nuevo tiempo en el que todo está por crearse desde nuestra plena presencia, consciencia y valoración que nos recupera en dignidad gestando y plasmando nuevos y audaces sentidos y significados.
Confiando en nuestro tejedor interno que hila la trama que la Vida propone y honra y bendice cada paso que cierra un ciclo y genera una nueva visión en nuestro Viaje del Alma.
En Munay,
Nuna Saya. 14/05/2022

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