LO QUE SIENTO CUANDO “VEO”

                        

En la profundidad de los sonidos del silencio, el templo sagrado se activa bajo la luz de la Luna Llena y el cielo se expresa en todo su esplendor, mientras la Madre Tierra danza su intensidad movilizando a todos sus hijos.

La visión se agudiza y el corazón siente la respiración, que  lentamente va encontrando su ritmo pausado junto al pulso acompasado del de la Pachamama.

El cuerpo muestra aquello que no se ha visto y pide atención y equilibrio a través de lo incómodo y molesto, es su forma de demanda.

Las emociones aparecen una a una, para su liberación y el mundo invisible se empieza a mostrar, mientras la energía viviente se hace carne.

Tiempo de conclusiones, de disoluciones, de cierre de ciclos que recuerdan los giros de la vida en la espiral del tiempo y que invitan a hacer lugar para lanzar nuevos inicios.

Y en ese espacio silencioso, se activa la alquimia que recupera el Valor del vacío, de lo genuino, de lo sin forma, de la verdad, de lo eterno.

Un nuevo aliento creador se prepara para expandir “eso” que identifica a cada Ser como único, irrepetible y necesario en el aporte y contribución a la construcción de una nueva tierra.

                                                              Nuna Saya, 10/08/2022