La Conciencia es una chispa del Alma que está en cada esencia y en cada ser. Nos conecta con la Madre Tierra que nos nutre y nos guía, con la fuerza vital de la Vida, con el Cielo y sus mensajes. Esa chispa nos centra en el viaje, nos ofrece profundos aprendizajes y nos invita a recorrer los senderos hacia el interior, en un juego de luces y sombras.
Vivir en Conciencia implica tener una mirada amplia para poder ser y estar en presencia, y observar en qué estoy focalizando la energía, que a su vez genera una vibración, que va nutriendo a la Conciencia.
Suele ocurrir que lo que veo a mi alrededor, el contexto, no sea de mi agrado. Entonces me pregunto qué es lo que estoy manifestando en mi vida, en qué estoy poniendo la energía. Será que lo que estoy creando es algo que no resuena con mi corazón? O será que lo voy gestando en mi interior surge desde un bloqueo que no permite expandirme libremente?
Por estas razones la Madre Tierra nos invita continuamente a tomarnos una pausa, a poner los pies sobre su vientre, a escucharnos, observarnos y contemplar.
Y cuando es el momento de cambiar, me permito que suceda, ya que esa transformación traerá como regalo un escenario nuevo. Sin embargo, dependerá de mí poder apreciarlo con los ojos del corazón.
Y así descubro que cuando me conecto con mi esencia, todo fluye como un océano resonante y brillante.
-Juampa
