SIN RETORNO

                                       

En la intensidad del pasar de cada día, con una mezcla de sentimientos desenfrenados, cada experiencia, por mínima que sea se transforma en una oportunidad de máxima, para el gran   salto de consciencia que estamos desafiados a dar y que cada Alma concretará o no, según su contrato.

En este jaleo, en el que no hay lugar para el aburrimiento, la respiración nos recuerda que estamos vivos y que somos responsables de recuperar el poder interno drenado, entregado, para poder tomar el timón del barco, desde el silencio profundo y sagrado de nuestro templo.

Habrá que atreverse a verse honestamente, sin hacer trampas, para recordar sin caer en la confusión externa, y discernir quién está debajo de esta y otras máscaras, quién es quién; quién es qué; qué es qué.

La niebla se diluye rápidamente, los tiempos están brutalmente acelerados, el cielo envía el rayo que ilumina a una tierra nueva,  madre cósmica, madre divina y aquéllos que eligen ver adentro y desde adentro, sienten en lo profundo de su Ser ese abrazo divino de pura transformación.

En medio de una altísima crisis de confianza se caen las ilusiones, las idealizaciones de una realidad hecha de cartón y aparece la Verdad, desnuda, en bruto, esa que está adentro, esperando ser  descubierta.

Es un desafío que no tiene retorno, que invita a enterrar lo que murió observando la cosecha que surge de la propia siembra y de lo que el Alma sin límites pide expandir haciéndonos cargo de las consecuencias y de la propia muerte de quien fuimos y la consecuente resurrección, dando valor a la Vida que crea una nueva Vida.   

                                                           Nuna Saya. 17/10/2022