Así, desnudos, vulnerables, luego de habernos liberado; despojados de todo lo que está demás.
Abrazando el vacío en el justo equilibrio, con la mente calma, disfrutando cada paso en liviandad hacia la Luna Nueva.
Invitados a entregar nuestras intenciones más puras, las verdaderas, las que traen los mensajes del corazón, que replica el canto del Alma.
Abiertos a recibir, agradecer-nos por los caminos recorridos y todo lo aprendido hasta aquí. Bendecir-nos por todo lo que murió, todo lo que se derrumbó, todo lo que se disolvió.
Valorando-nos por nuestro coraje y por la fuerza interior alistada para crear las nuevas bases de una impredecible nueva construcción que asoma en toda su sacralidad.
Cada instante es una ocasión para recordar cómo honrar la Existencia en la más plena Consciencia.
Nuna Saya. 22/12/2022

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