Tiempo sagrado de des-ocultamiento. Lo que se inicia desde la mente y la avaricia, se cae; aquél lugar al que no se pertenece, no se sostiene. Todo invita a re-conocer vetustas historias, creencias, aprendizajes, personajes que ya no son, honrándonos al despedirlos.
Dejar de Ser definido por la historia, pero sí tomar conciencia de haber evolucionado a través de ella al percibir todos los aspectos involucrados, que en definitiva implicaron un salto evolutivo. Estar en el mundo sin ser definidos por él.
Bendecir los cierres, finales, pasajes de un estado de consciencia a otro, liberando-nos del pasado para ir en una nueva dirección, confiando en que lo que se fue, estuvo bien ido.
Una nueva forma de “ver,” activa los propios potenciales no explorados que conducen hacia lo desconocido, atravesando poderosos y profundos cambios individuales y colectivos.
Compartir con quienes despiertan la magia. Ser un lienzo en blanco que permite que la Vida lo atraviese con sueños y proyectos compartidos que se plasman en bellos colores.
Navegar sin cartografía, desplazándose del camino de la fría-mente, hacia el del propio coraje que habilita el corazón y desde el anclaje a la Madre Tierra, viajar por las estrellas que nos habitan.
El proceso de la libertad y el fin de todo dolor, empieza en el re-conocimiento del propio valor infinito y sagrado, al abrazar los demonios y transformarlos en invalorables aprendizajes.
Observar con nuevos ojos el propósito de cada experiencia y producir la alquimia en el juego de la Vida, es bendecir la trama de un nuevo tiempo, que invita a ubicarse en el centro de la Existencia para acceder al recuerdo de las infinitas posibilidades de la Creación.
Nuna Saya 05/05/2023
Sentires en temporada de Eclipses.

Imagen de: STARWALK.SPACE